Cuando nuestro perro entra en la etapa senior, la comida deja de ser “una más” y se convierte en una herramienta de salud: ayuda a mantener sus músculos, a proteger las articulaciones, a sostener la inmunidad y a que el día a día sea más cómodo. En esta guía empezamos por lo esencial —sin tecnicismos— para entender qué cambia en el cuerpo, qué debe comer y cómo ajustar horarios y raciones sin perder la alegría de cada comida.
Autoría: Equipo Cuida tu Perro Viejo · Actualizado: 4 de octubre de 2025

Si convives con un perro mayor, sabés que hay días luminosos y días algo ásperos. En mi casa viven dos perritas que ya peinan canas: una de ellas lucha con el peso —y cada kilo extra le duele en la cadera—; la otra come más lento y mastica con cuidado. Entre turnos de trabajo, el presupuesto y las ganas de darles lo mejor, a veces preparo comida más natural por semanas y luego regreso al pienso para no perder constancia. Ese vaivén me enseñó que la mejor alimentación para un perro senior no es la “perfecta”, sino la que se puede sostener en el tiempo y que se adapta a su salud real.
Con los años, su organismo cambia: baja algo la masa muscular, el sistema digestivo se vuelve más sensible, la hidratación cuesta un poco más y el gasto energético se reduce. Por eso, la misma ración de siempre puede resultar excesiva, o —al contrario— quedarse corta si el perro perdió apetito. Esta guía está pensada para tutores que ya conocen marcas y tipos de comida, pero necesitan una brújula práctica para decidir qué ofrecer, cuánto y cuándo sin caer en modas ni en restricciones que quitan disfrute.
Cambios en el cuerpo del perro senior
En la etapa senior (suele comenzar entre los 7 y 10 años según tamaño y contextura), muchos perros reducen su gasto energético, pierden algo de masa muscular y desarrollan una digestión más sensible. También pueden bajar el olfato y el gusto, lo que impacta el apetito. El objetivo práctico es adaptar la alimentación para proteger músculo, articulaciones y cognición, a la vez que controlamos el peso y cuidamos el tracto gastrointestinal.
Una buena práctica clínica es incluir la evaluación nutricional como “signo vital” en cada visita veterinaria: revisar condición corporal (BCS), condición muscular (MCS), dieta actual, raciones, premios y hábitos de alimentación. Esta recomendación forma parte de los materiales globales de nutrición que promueven integrar la nutrición al plan de salud de forma sistemática.
Cambios clave que afectan la alimentación
- Metabolismo y peso: menor gasto energético basal; vigilar el sobrepeso y ajustar raciones según actividad real.
- Músculo y movilidad: tendencia a la sarcopenia; priorizar proteína de calidad y control calórico; el exceso de peso empeora la displasia y la artritis.
- Digestión: algunos seniors toleran mejor dietas con fibra moderada y grasas ajustadas; cambios graduales para evitar molestias.
- Hidratación: beben menos; ofrecer agua fresca y considerar fracciones húmedas para aumentar el aporte hídrico.
- Sensorial: olfato y palatabilidad cuentan: tibiar la comida, variar textura o formato puede ayudar.
- Cognición y conducta: rutinas previsibles de horario y entorno reducen estrés y “picky eating”.
Asociaciones veterinarias señalan que los perros mayores pueden beneficiarse de dietas más fáciles de digerir, con energía acorde a su momento vital y, en algunos casos, con nutrientes de soporte “anti-edad” (p. ej., antioxidantes). También recalcan el control del peso como pieza central de salud en la vejez.

Qué debe comer un perro senior
No existe una única “dieta senior” válida para todos. La clave es personalizar: edad biológica, tamaño/raza, nivel de actividad, condiciones médicas y preferencia del tutor. Una guía práctica: elegir una dieta completa y balanceada ajustada a especie, edad, estilo de vida, peso y estado de salud; después, afinar según objetivos (p. ej., control de peso, soporte articular o digestivo).
Nutrientes clave (y cómo se ven en la etiqueta)
Nutriente | ¿Por qué importa? | Cómo verlo en la etiqueta/plato |
---|---|---|
Proteínas (alta calidad) | Mantienen músculo y función inmune; ayudan a contrarrestar sarcopenia. | Piensos “senior” con proteína digestible; en casera: carnes magras, huevo; ajustar con el veterinario si hay patología renal. |
Grasas (calorías y palatabilidad) | Aportan energía y sabor; exceso = sobrepeso. | Perfiles moderados; incluir omega-3 de cadena larga (EPA/DHA) para articulaciones y cerebro. |
Fibra (mezcla soluble/insoluble) | Apoya digestión y saciedad; útil en control de peso y tránsito. | Fórmulas con fibra moderada; en casera: calabaza y verduras aptas, bien cocidas y en poca cantidad. |
Antioxidantes (vit. E, C, polifenoles) | Soporte cognitivo e inmune; contrarrestan estrés oxidativo. | Alimentos enriquecidos; en casera: porciones mínimas de frutas/hierbas seguras. |
Ácidos grasos omega-3 (EPA/DHA) | Apoyo articular, piel y cerebro. | Aceite de pescado depurado; revisar dosis con el veterinario. |
Agua | Hidratación óptima mejora bienestar y digestión. | Agua fresca todo el día; combinar seco + húmedo si ayuda. |
Aclaración sobre riñón: no se reduce proteína solo por edad. Las dietas restringidas en proteína se indican para enfermedad renal crónica y con supervisión veterinaria; para seniors sanos, una proteína adecuada ayuda a conservar músculo.
Soporte para articulaciones y cerebro
Si hay rigidez o dolor, conversa con tu veterinario sobre omega-3 (EPA/DHA) y fórmulas con condroprotectores. Para profundizar, visita nuestra guía de suplementos naturales que fortalecen sus articulaciones. En paralelo, enriquecimiento ambiental y ejercicio suave favorecen apetito y ánimo.
¿Cuándo cambiar a una dieta “senior”?
Depende del tamaño, condición corporal y chequeos. Señales típicas: ganancia de peso con la misma ración, digestiones más lentas, pérdida de masa muscular, apetito caprichoso o diagnósticos que requieren ajustes (articulaciones, riñón, dental). Cualquier pérdida sostenida de apetito amerita revisión clínica.
Cómo hacer la transición sin problemas
- Plan 7–10 días: 25% alimento nuevo + 75% actual; aumenta cada 2–3 días si hay buena tolerancia.
- Una variable a la vez: no cambies marca, formato y horario simultáneamente.
- Palatabilidad: tibia el alimento, añade húmedo compatible o caldo sin sal.
- Registra y ajusta: heces, energía, apetito y peso semanal guiarán los cambios.
Tipos de dieta para perros senior
No todos los perros mayores comen igual. Algunos prefieren su pienso seco de siempre; otros se entusiasman con comida húmeda o con preparaciones caseras más blandas. Lo importante no es la etiqueta “natural” o “premium”, sino que el alimento sea completo, equilibrado y bien tolerado.
Pienso para perros mayores
Los piensos “senior” ofrecen estabilidad nutricional: cada porción aporta lo declarado por el fabricante. Ayudan a medir raciones y se conservan bien. Para elegir, busca proteína digestible, grasas moderadas y fuentes de fibra (p. ej., pulpa de remolacha, avena). Si hay problemas de masticación, humedece con agua tibia o caldo bajo en sodio.
Comida húmeda
Suele ser más palatable y aromática, ideal si disminuye el olfato o el apetito. Mejora hidratación y facilita la masticación. Se conserva menos tiempo una vez abierta y puede ser más costosa. Puedes combinar una pequeña cantidad con el pienso para estimular el interés, siempre con transición gradual y observando digestión.
Alimentación natural
Agrupa dietas con ingredientes frescos o mínimamente procesados. Su ventaja es la transparencia y el control de texturas. Advertencia: una dieta casera mal balanceada puede provocar déficits o excesos importantes; procura guía profesional para formular recetas y suplementar.
Dieta casera cocida
Cocinar para un perro senior puede ser un gesto de amor, pero debe basarse en formulación veterinaria. Las dietas cocidas son más seguras que las crudas para estómagos sensibles y pueden adaptarse a necesidades específicas (renal, digestiva, articular). Lee más sobre diferencias entre dieta casera y pienso para perros mayores.
Cómo combinar sin riesgos
- Define la base: 70–80% del total (seco o húmedo).
- Equilibra el resto: 20–30% de casera o húmedo según tolerancia.
- Mide calorías: evita duplicarlas al “añadir un poco de todo”.
- Patologías: riñón, páncreas o hígado requieren protocolos específicos del veterinario.

Si tu perro disfruta de ambos tipos de alimento, diseña una rutina mixta: seco por la mañana y húmedo/casero por la tarde. Mantén la proporción energética total y registra peso y energía semana a semana.
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Organiza porciones, horarios y observaciones de tu perro senior con este recurso imprimible o digital. Anota cambios de apetito, digestión y peso para comentarlo en tu próxima consulta veterinaria.
Horarios, raciones y hábitos saludables
Una alimentación que funciona en la vejez combina cantidad adecuada, buena calidad y rutinas simples. Aquí tienes un método práctico para calcular raciones, mejorar el apetito y prevenir el sobrepeso sin caer en restricciones extremas.

Cálculo de ración diaria (paso a paso)
Para perros senior sanos, una forma sencilla de estimar la ración es partir del Requerimiento Energético en Reposo (RER) y ajustarlo según condición corporal y actividad:
- RER:
RER = 70 × (peso en kg)0.75
(kcal/día). - Necesidad diaria: multiplica por
1.1–1.4
según actividad/condición. - De kcal a gramos: divide por la densidad del alimento:
- Seco (pienso): ~
3.6–4.0 kcal/g
- Húmedo: ~
0.9–1.2 kcal/g
- Casera cocida (bien formulada): ~
1.0–1.5 kcal/g
- Seco (pienso): ~
Peso | RER (kcal/d) | 1.2 × RER (kcal/d) | Pienso 3.8 kcal/g (g/d) | Húmedo 1.0 kcal/g (g/d) |
---|---|---|---|---|
5 kg | ~234 | ~281 | ~74 g | ~281 g |
15 kg | ~520 | ~624 | ~164 g | ~624 g |
25 kg | ~750 | ~900 | ~237 g | ~900 g |
Cómo usar la tabla: ajusta hacia abajo si tu perro tiende al sobrepeso o es poco activo (1.1 × RER), y hacia arriba si está delgado/activo (hasta 1.4 × RER). Revisa el peso semanal, BCS y heces para afinar.
Horarios prácticos (y por qué ayudan)
- 2 comidas/día funciona para la mayoría (mañana y tarde/noche).
- 3 comidas si hay apetito caprichoso, reflujo, medicación con comida o palatabilidad baja.
- Ritual suave: lugar tranquilo, plato estable, agua fresca; evita ruidos y prisas.
Cómo mejorar el apetito en perros viejos
- Temperatura: tibia ligeramente el alimento para potenciar aromas.
- Textura: humedece el pienso o mezcla una parte de húmedo compatible.
- Varía sin exagerar: cambia solo un elemento a la vez durante 7–10 días.
- Topper seguro: una cucharada de húmedo, caldo sin sal o agua tibia.
- Dolor y boca: si hay rechazo persistente, revisa salud dental y dolor articular con tu veterinario.
Prevención de la obesidad sin restringir en exceso
El objetivo no es “comer menos a toda costa”, sino alcanzar y sostener un peso saludable sin perder masa muscular ni disfrute. Te dejamos nuestra guía sobre cómo prevenir la obesidad en perros senior sin restringir demasiado.
- Premios: ≤ 10% de las calorías diarias.
- Movimiento amable: paseos cortos y frecuentes, olfateo, juegos tranquilos.
- Proteína de calidad: preserva músculo mientras ajustas calorías.
- Fibra moderada: favorece saciedad y tránsito.
- Registro semanal: peso, apetito, heces y energía; si estanca, reduce 5–10% la ración y reevalúa en 2–3 semanas.
Checklist de hábitos diarios
- Agua fresca disponible y cuencos limpios.
- Dos a tres comidas regulares (sin prisas).
- Registro breve: ración servida, apetito, heces.
- Paseos suaves + olfateo diario.
- Premios ≤ 10% de calorías diarias.
- Peso semanal y ajuste fino de ración.
Preguntas frecuentes sobre la alimentación del perro senior
¿Cuándo cambiar a comida senior?
Generalmente, entre los 7 y 10 años, según tamaño y condición corporal. Los perros grandes envejecen antes que los pequeños. Si notas aumento de peso con la misma ración, digestiones más lentas o dolores articulares, consulta al veterinario: es momento de valorar un cambio a dieta senior. Las revisiones semestrales ayudan a decidirlo a tiempo.
¿Puedo combinar pienso con comida casera?
Sí, pero con equilibrio y planificación. Mantén una base principal (70–80% del total) y usa el resto para aportar humedad y variedad. Evita cambios bruscos y controla calorías totales. Para más detalles, revisa diferencias entre dieta casera y pienso para perros mayores.
¿Qué suplementos ayudan a los perros mayores?
Los más estudiados son omega-3 (EPA/DHA) y condroprotectores (glucosamina, condroitina, colágeno, MSM). También antioxidantes y vitaminas de soporte cognitivo. Consulta con tu veterinario antes de añadirlos. Más en suplementos naturales que fortalecen sus articulaciones.
¿Cómo mejorar el apetito de un perro viejo?
Tibia el alimento, ofrece texturas blandas y divide la ración en porciones pequeñas. Usa toppers seguros (húmedo o caldo sin sal) y evita cambios bruscos. Si el apetito cae varios días seguidos, podría haber un problema dental, articular o metabólico: no esperes para consultar al veterinario.
¿Cuánta comida necesita un perro senior al día?
Depende del peso, condición corporal y actividad. Como guía, multiplica su RER (70 × peso0.75) por un factor entre 1.1 y 1.4. Si usas pienso de 3.8 kcal/g, un perro de 15 kg suele necesitar entre 150 y 170 g diarios repartidos en dos o tres comidas. Ajusta siempre según su respuesta.
Conclusión
Alimentar a un perro senior no consiste en seguir una moda o copiar una tabla genérica, sino en observar, ajustar y acompañar. Cada perro envejece de forma distinta: uno pierde apetito, otro gana peso, otro necesita más tiempo para digerir. Con un enfoque paciente y asesoramiento veterinario, podés ofrecerle una dieta que nutra su cuerpo y calme su mente.
Recuerda que los errores más comunes —como cambiar de alimento sin transición, abusar de premios o restringir proteína sin diagnóstico renal— pueden evitarse con información y constancia. Revisa los errores comunes al alimentar a un perro viejo para afinar tu rutina diaria.
🐾 Descubre más guías sobre el cuidado de tu perro senior
Sigue aprendiendo sobre nutrición, salud y bienestar en nuestra Guía completa para cuidar a tu perro senior.
Fuentes y referencias veterinarias
- WSAVA — Global Nutrition Guidelines
- Stockman J. (2024). Nutrition and Aging in Dogs and Cats.
- Churchill J. (2021). Senior Pet Nutrition and Management.
- FEDIAF SAB (2017). Statement: Nutrition of Senior Dogs (PDF).
- Laflamme D.P. (2012). Nutritional Care for Aging Cats and Dogs.
Nota: Este contenido es informativo y no sustituye la consulta veterinaria. Algunos enlaces pueden ser de afiliación; esto no afecta nuestras recomendaciones.